“¿Todavía estás esquiando? Pronto se nos va a acabar eso de esquiar, cada invierno hace menos frío y cae menos nieve.”
El futuro de las estaciones de esquí está marcado por la incertidumbre. Los cambios sociales, la economía, decisiones políticas e incluso el calentamiento global influyen fuertemente en el sector de los amantes de la montaña.
Altos costos
El número de visitas a los centros de esquí en los últimos años ha estado disminuyendo, y se debe más que nada al encarecimiento del sector.
Cada año cae menos nieve y la inversión para el mantenimiento de las pistas es muy alta, ya que se utilizan máquinas para generar nieve artificial a través de grandes reservorios de agua, antes que esta empiece a caer naturalmente, tratando de mantenerla por al menos 5 meses. Además, cada día el mercado se vuelve más competitivo y obliga a los operadores a generar grandes inversiones en nuevos remontes e infraestructura, con el fin de mejorar la satisfacción de los clientes. Velocidad y confort es lo que buscan todos. Esto se ve reflejado, claramente, en el costo de las entradas a los centros de ski, con un promedio de 80 francos (90 $) el día. Este precio es 25% más caro que en las temporadas del 2004/2005*, en Suiza.
Las personas que lo practican no solamente tienen que lidiar con una entrada costosa, ya que, si no cuentas con equipo propio, tendrás que alquilarlos. Esto sin contar los alimentos y bebidas que consumirás al estar en la montaña, o el departamento o chalet que alquilarás para pasar la noche y no tener que regresar manejando hasta la ciudad donde vives.
Globalización: mayor acceso a otras opciones
En Suiza, alrededor del 65%* de los visitantes a las estaciones son nacionales, con edades inferiores a 30 años y mayores a 50 años. Esto no ayuda a las estaciones, ya que los visitantes entre 30-50 años son los que, teóricamente, tienen más excedente de dinero para gastar en actividades de ocio y demás. Esto impacta no solamente la rentabilidad de los Remontes Mecánicos, sino, todos los negocios que lo rodean; hoteles, restaurantes, tiendas de deporte, transportes, etc. Una posible causa es el abaratamiento del transporte global, en el que probablemente, este grupo de personas (30-50 años), prefiera invertir su dinero en pasar sus vacaciones en una playa en el caribe. Que incluso, podría salir más económico que quedarse en su propio país, Suiza.
¿Será efecto de la globalización y conectividad? Ahora podemos hacer lo que nos plazca; patinar en una pista de hielo con 30 grados en el exterior, o incluso correr olas artificiales en medio de los Alpes. Antes, debías disfrutar lo que tenías a tu alcance, por lo que ahora las personas tienen más opciones a elegir qué hacer en momentos de ocio.
Las “agendas estresantes” de hoy en día, no ayudan mucho. Vivimos en una sociedad acelerada a comparación de décadas pasadas. Vamos a un ritmo frenético e intenso, lleno de actividades constantes. Cada integrante de la familia tiene su propia agenda, horarios, y hasta incluso, hobbies. Por lo que, hacer que al menos cuatro personas coincidan en un fin de semana, tiende a ser complicado.
No todos los suizos saben esquiar
Los que no somos suizos creemos que todos nacieron con los esquís bajo el brazo. Pero sorprendentemente varias encuestas mencionan que no todos los suizos saben esquiar. Muchos de ellos lo aprendieron de pequeños, algunos lo siguen practicando, mientras que otros lo dejaron. También existe un gran grupo que simplemente nunca lo aprendió.
Podría ser que la disminución en el número de personas que practica estos deportes de montaña se ve afectado por el alto porcentaje de inmigrantes en Suiza, llegando este año 2020 a casi 30% del total de su población. En este caso, el país tendría que batallar contra otra factores y buscar la forma de atraer nuevos esquiadores, ya que mientras las nuevas generaciones se hacen más multiculturales, menos es la penetración de la cultura de este elemento blanco.
Fuente: Oficina Federal de Estadística (2019)
Buscar fidelización y nuevos consumidores
Cada centro de esquí tiene que lidiar con un gran problema: la alta competencia. En Suiza se han registrado más de 200 centros de montaña, por lo que el gran reto de cada uno de ellos está en cómo fidelizar a sus clientes, a través de la frecuencia y duración de su estadía, y en cómo incrementar el número de clientes nuevos.
Ante estos cambios en la demanda, las estaciones de esquí están haciendo todo lo posible por recuperar a sus clientes nacionales y crear nuevas ofertas que permitan reducir los altos costos, como el famoso MAGIC PASS. ¿En qué consiste? Pagas una sola vez al año y puedes entrar a más de 20 centros de esquí alrededor del país por 365 días. En invierno uno disfruta la nieve, y en verano se vuelven estaciones gigantes para hacer bicicleta de montaña o innumerables caminatas alpinas. Además, han creado grandes campañas con distintas promociones y campamentos de esquí para niños con la finalidad de seguir promoviendo estas actividades.
Pese a todos los esfuerzos, investigaciones revelan que las cifras siguen cayendo, y como hemos visto, son muchos los factores que influyen en esta caída; económicos, culturales, sociales, naturales.
¿Será momento de crear un nuevo modelo de negocio más allá del turismo deportivo? ¿Qué será del futuro del esquí si la nieve deja de caer en las zonas más bajas? ¿Se crearán nuevos deportes de montaña?
Lo que creo es que, el modelo o negocio que prospere será aquel que sea adaptable, flexible y sobreviva a los cambios del entorno. El saber cómo llegar a las nuevas generaciones será en lo que dependa el futuro del esquí.
Fuentes:
*Estadísticas hoteleras y remontes mecánicos suizos (RMS).