Empezaré este primer post tratando de desmentir algunos de los mitos comunes -llámense paradigmas- que la gente tiene en la cabeza cuando se trata de viajar por carretera por el Perú. Mitos que no son necesariamente ciertos y que merman las ganas de muchas personas de agarrar su auto y salir a conocer.
El primero de ellos y uno de los más comunes es el que se cree que se necesita de una 4×4 para viajar por carretera. Esto es totalmente falso. Si bien una 4×4 puede ayudar -y mucho- en algunos de los caminos no asfaltados que hemos recorrido, la mayoría de carreteras -por no decir todas- que conducen a las principales ciudades y/o destinos turísticos, están totalmente asfaltadas.
Pongamos algunos ejemplos: ¿tienen un fin de semana largo y quieren salir de Lima? Las carreteras a los principales atractivos turísticos cercanos a Lima (Huancayo, Chanchamayo, Huaraz, Ayacucho) están asfaltadas al 100%.
Vayamos más lejos. ¿Tienen varios días de vacaciones y quieren ir a sitios un poco más alejados de Lima? Les comento que pueden llegar tranquilamente y sin pisar un kilómetro de trocha a: Cajamarca, Cusco, Puno, Chachapoyas y Tarapoto. Así que, olvídense del vehículo que tienen, viajar por carretera en estos tiempos es más fácil de lo que imaginan.
Otro mito bastante arraigado en la mente de la gente -sobre todo de los limeños- es que no se puede viajar en época de lluvias. Este es un mito que nos han ido pasando de generación en generación, ya que hace mucho tiempo el estado de carreteras era precario. Cuando llovía, las rutas se convertían en un lodazal imposible de transitar, había derrumbes y los puentes se caían, bloqueando el tránsito por horas, si no eran días. Como expliqué en el primer punto, el estado de las carreteras ahora es diferente y óptimo para viajar en cualquier época del año sin ningún inconveniente. Además, les doy otro dato: viajar en época de lluvias puede ser más interesante de lo que creen; los cerros están verdes, los ríos y cataratas más cargados -lo que los hace ver más impresionantes- y nunca está demás sentir la experiencia de una buena lluvia -si es con rayos y truenos mejor aún- sobre nosotros, vale la pena.
Finalmente, trataré de desmentir el famoso mito de que viajar por carretera es “peligroso”. Cuando me dicen que viajar por carretera es peligroso siempre se refieren a la posibilidad de ser asaltado en plena ruta. En cuanto a este tema, sólo puedo hablar por experiencia propia y decir que hemos viajado por 19 de los 24 departamentos (a fin de año con suerte serán 22 dejando solo Loreto -que no se puede acceder por vía terrestre- y Tacna) y nunca hemos tenido ninguna mala experiencia por más de que hemos transitado por zonas “calientes”, como la que va paralela al río Mantaro entre Ayacucho y Huancayo o la que acompaña al río Huallaga entre Tarapoto y Tingo María. El único sitio del que he escuchado que suceden algunos asaltos esporádicos es el pueblo de Paiján, en la ruta entre Trujillo y Chiclayo. Consejos: viajen de día, de paso aprovechan el paisaje que es lo más bonito de viajar por carretera y traten de parar lo mínimo posible en medio del camino. De preferencia traten de parar en grifos y si no se puede, intenten hacer la parada lo más corta posible.
¡Así que ya saben, chapen su mapa, alisten su carro y salgan a conocer más el Perú que no se van a arrepentir!
– AC